Prostitutas sintéticas: el boom de los robots sexuales en China
¿Alguna vez has imaginado cómo sería tener sexo con un robot? Si la respuesta es sí, no tre preocupes, porque no eres ningún bicho raro. De hecho, tal vez te sorprenda saber que hay un creciente negocio de robots sexuales que está conquistando el mundo desde su base en China. En las mismas ciudades donde se construyen los componentes para muchos teléfonos inteligentes, otras fábricas se encargan de crear robots realistas que puedan ser nuestras parejas. Y no lo hacen simplemente como las típicas muñecas hinchables que hasta ahora eran el “no va más” dentro de este tipo de juguetes sexuales. Aquí se busca el verdadero realismo, el conseguir que cualquier hombre o mujer sienta que está con una persona de verdad. No es un juego, de hecho. Hay empresas gastando millones de dólares en innovación para crear los robots sexuales definitivos.
Tampoco es de extrañar que en el propio país donde se producen, estos robots ya estén empezando a sustituir a las prostitutas en sus labores más habituales. Los últimos informes apuntan a que en las principales ciudades chinas hay ya decenas de prostíbulos en los que solo “trabajan” prostitutas sintéticas. Robots sexuales que han sido comprados precisamente a estas empresas, y que pueden llevar a cabo servicios a cualquier hora del día, sin queja alguna. Es cierto que la inversión es grande al principio, pero los dueños de esos locales suelen sacarle partido en tanto solo unos pocos años. Y es que cada vez son más los hombres que se acercan a estos prostíbulos para probar la experiencia de estar con un robot sexual. Además, este tipo de negocio no es ilegal en China, aunque tampoco legal del todo. Al no tener trabajando a personas, los dueños de estos clubes de alterne no se enfrentan a cargo de trata de mujeres o explotación sexual. Sin embargo, no son pocos los burdeles de este tipo que ya han sido cerrados por las autoridades. Esto no ha frenado el rápido crecimiento de un sector que parecía algo futurista, pero que está ya asentado en nuestros días.