The Big Bang Theory y la física como argumento de muchos de sus episodios
En el año 2008, una nueva sitcom se estrenó en la televisión norteamericana. No contaba con un reparto especialmente espectacular y su premisa era cuanto menos curiosa: seguir la vida de un grupo de científicos frikis que trataban de lidiar con el género opuesto mientras intentaban desvelar los secretos del universo. El único punto de referencia que los espectadores tenían sobre esa nueva serie eran sus creadores, Chuck Lorre y Bill Prady, que por entonces ya triunfaban gracias a Dos Hombres Y Medio. Y así fue como The Bing Bang Theory se convirtió en uno de los mejores estrenos de la comedia norteamericana y posteriormente, en una serie de culto.
Hace tan solo unos meses que The Big Bang Theory terminó su periplo en las pantallas, después de 12 temporadas y más de doscientos episodios en el que hemos visto a sus protagonistas crecer, casarse, tener hijos, ir al espacio e incluso cumplir otros muchos sueños que ya se nos mostraban en los primeros capítulos de la serie. Y es que en The Big Bang Theory ha habido mucho frikismo, muchos videojuegos, juegos de mesa, pero también amor, relaciones de amistad, celos, engaños, traiciones, y sobre todo, mucha, muchísima física, siempre rodeándolo todo y formando parte imprescindible de las tramas.