Hay quien dice que el amor mueve el mundo. Otros piensan que en realidad, lo que mueve el mundo es el dinero y el poder pero, ¿no se puede sentir amor también por esas dos cosas? Cuando nos enamoramos de una persona y además somos correspondidos, es como si algo mágico sucediera, como si los astros se alinearan. Una relación de pareja siempre tiene sus momentos buenos y malos, pero incluso esos últimos son capaces de superarse a través del amor.
Sin embargo, muchas de esas relaciones no terminan bien. La rutina, el paso del tiempo, el cambio de expectativas, la falta de confianza… Hay un millón de razones que nos hacen romper una relación de pareja y afrontar algo tremendamente complicado: desenamorarse de una persona. ¿Somos capaces de dejar de sentir de un día para otro todo eso que nos ha llenado el corazón hasta ese momento? No es sencillo, pero con tiempo y con algunos consejos, podremos lograrlo.
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¿Cuándo saber que lo mejor es desenamorarse?
Enamorarse, sentir esa emoción en el estómago y entender que estamos cayendo en las redes de un sentimiento que nos supera, puede ser hermoso pero también da miedo. Si nos enamoramos de una persona pero no somos correspondidos, lo mejor es optar por olvidarla. Si no caeremos en la trampa de vivir una especie de extraño amor platónico que nos impedirá ser felices de verdad, mientras seguimos empeñados en amar una fantasía. En el caso de una ruptura de pareja, el desenamoramiento será aun más complicado, incluso cuando la ruptura haya llegado tras una discusión fuerte. Si vemos que no hay futuro en esa relación, que no podemos hacer más de lo que hacemos, desenamorarse es la mejor opción.
¿Cómo lograr ser independientes después de haber estado en pareja muchos años?
Uno de los problemas más peligrosos en aquellos que han tenido pareja durante años es poder retomar su vida anterior, independiente y libre en todos los sentidos. Hay quien tiene auténtico pavor a esa situación y va encadenado relaciones una detrás de otra para no encontrarse jamás así. También hay quien aguanta en la suya, a pesar de no sentir ya nada, solo por no tener que enfrentarse de nuevo a esa “soledad”. Por ello es importante que incluso dentro de la relación tengamos nuestro propio espacio, salgamos con nuestros amigos aparte de nuestra pareja y tengamos una vida lo más plena posible sin que esa otra persona tenga que estar en cada cosa que hacemos. Así luego no nos costará tanto seguir adelante.
¿Cómo trabajar nuestra autoestima tras una ruptura?
Una ruptura suele dejar muy baja la autoestima porque supone un cambio tremendo en nuestra vida para el que muchas veces no estamos preparados. Nos sentimos menos atractivos, pensamos que nadie va a querer salir con nosotros y que en caso de que quisieran, la cosa acabará igualmente mal, como ha pasado con esa última relación. Sin embargo, una ruptura también supone una nueva oportunidad para empezar de cero, para solventar todo lo que ha ido mal en la relación y comprometernos a no repetir esos mismos errores. Debemos darnos algún que otro capricho y esforzarnos por mostrar nuestra mejor cara, no tanto para los demás si no para nosotros mismos, hasta acabar pensando que nos vamos a comer el mundo.
Créate nuevas ilusiones y metas
Una ruptura no será exactamente como empezar de cero, pero es un buen punto de inflexión para marcar un nuevo rumbo en nuestra vida, dejando atrás todo aquello que sepamos que no hemos hecho tan correctamente y esforzándonos por encontrar nuevas metas, nuevos objetivos, que no tienen por qué ir ligados precisamente a enamorarnos de nuevo. Una de esas metas puede ser, precisamente, aprender a vivir de una forma mucho más independiente para que al entrar en una nueva relación sigamos teniendo todo lo que queremos en nuestra vida y que ese noviazgo sume, no acapare. Con más tiempo, ahora podemos dedicarnos a lo que siempre hayamos querido hacer, y es una buena ocasión para seguir aprendiendo.
Si quieres desenamorarte no te lamentes ni mires al pasado.
Es normal que al principio nos cueste hacer borrón y cuenta nueva, porque una relación que se acaba deja muchas heridas en nuestro corazón. Sin embargo, una vez pasado ese periodo de “duelo”, que no debe ser muy largo, lo importante es olvidar, dejar atrás todo lo demás y no lamentarnos por algo que, al final, tampoco podemos remediar porque forma parte del pasado. Para desenamorarse es primordial que miremos al futuro, que no caigamos en la nostalgia, en seguir recordando cada foto y cada momento de amor, porque ya pasaron, y nos están impidiendo vivir nuevos momentos en el presente y en el futuro.
