¿Cuáles son las características de un psicópata y cómo reconocerlo?

En una retirada cabaña del bosque, unos amigos disfrutan de una improvisada fiesta con música, alcohol y mucha diversión. Desde fuera, una figura enorme blande un gran machete y los espía a cierta distancia. Será el inicio de una carnicería que acabará seguramente con todos muertos… o tal vez con alguna superviviente. Este es el punto de partida de muchas películas de terror en las que un loco psicópata desata el caos y el horror entre un grupo de jóvenes. Pero claro, eso solo pasa en las películas, ¿verdad?

Por desgracia no. Hay psicópatas en la vida real, gente sin escrúpulos que maneja y utiliza a los demás, capaces de llegar donde haga falta para medrar, para obtener lo que quieren, que en muchos casos no es más que atención y reconocimiento. Algunos se convierten en auténticos asesinos en serie, criminales que pasan a la historia negra de nuestra raza. Otros simplemente se conforman con actuar sobre los demás y manipularles para conseguir lo que quieren, pero son igualmente peligrosos, y hay que saber distinguirlos.

Contents

Mitomanía o decir mentiras como norma general

La propia estadística nos dice que cada día nos solemos cruzar con al menos un par de psicópatas en potencia. No tienen por qué estar dentro de nuestro círculo  más cercano, pueden ser camareros que nos atienden, personas que encontramos por la calle o nuestros propios jefes. Una de las mejores formas de descubrirlos es atender a cómo mienten. Los psicópatas suelen ser personas muy mitómanas, capaces de inventar grandes mentiras e historias rocambolescas para conseguir aquello que desean, ya sea manipularnos o librarse simplemente de una regañina, negando en rotundo cualquier cosa que hayan hecho, con toda la convicción del mundo.

 

Seres egoístas e irresponsables

Los psicópatas, por norma general, son personas muy egoístas a las que solo les importan ellos mismos, y si tienen que pisar a alguien para conseguir sus metas, sus objetivos, lo harán sin ningún remordimiento. Esto también les convierte en personas irresponsables, ya que siempre piensan que cualquier error es de otro, y nunca toman la responsabilidad de sus acciones y actos. El egoísmo no tiene nada que ver con la ambición o con el amor propio, algo que todos deberíamos tener en mayor o menor medida, sino con el pensamiento de estar por encima del resto y de hacer solo aquello que nos complace y nos conviene.

 

Encantadores y aparentemente normales

Sin embargo, lo que más llama la atención a los expertos en este tipo de psicópatas es que pueden llegar a ser extremadamente encantadores y amables. Es todo pura fachada, su forma de mimetizarse con la sociedad para no ser descubiertos a las primeras de cambio. De hecho, en una primera impresión siempre parecen muy normales, incluso a veces demasiado encantadores. A pesar de ese egoísmo interno, aparentar preocuparse realmente por los demás y también suelen ayudar en pequeñas cosas para demostrar que están comprometidos con la causa, o para ganarse la amistad de alguien, normalmente para su propio beneficio.

 

Dificultad para seguir las normas sociales

En muchos casos de psicopatía también se detectan problemas para cumplir ciertas normas sociales, lo que dificulta en mucho a estas personas entablar relaciones normales con otras personas, o acudir a eventos en los que deberían comportarse de una manera muy definida. De hecho, en algunos casos, los psicópatas convierten a la propia sociedad en su enemigo, en el detonante de todo lo “malo” que puedan hacer, cambiando el concepto de lo que está bien y lo que está mal y subvirtiéndolo para ser ellos los que tengan la razón y el resto de la sociedad los que estén equivocadas. Buscan así también justificar comportamientos que otros entienden como egoístas o directamente malvados.

 

Manipuladores y sin empatía

Seguramente la característica más definitoria en un psicópata es la falta de empatía. Son incapaces de ponerse en el lugar del otro, de entender sentimientos ajenos, y eso les hace crueles y manipuladores, porque no dudan en utilizar todo lo que han aprendido para llegar a conseguir lo que quieren, pasando por encima de quien haga falta si es necesario. De hecho, la manipulación con la que someten a los demás siempre los dejará como víctimas, en lugar de como lo que son, auténticos verdugos.

Max